Barrio romano que enamora

Roma, 24 mar (Prensa Latina) El barrio de Trastévere es uno de los más fascinantes de Roma, por su historia milenaria y ambiente único que conquista el corazón de quienes lo visitan.
Antiguamente se consideraba una zona fuera de la ciudad, por estar «más allá del Tíber». De ahí su nombre, que proviene del latín Trans Tiberim.
Situado en la orilla occidental de ese río, dicho término se extiende hasta el monte Gianicolo, y por su poca extensión, de apenas 1,81 kilómetros cuadrados, es fácil transitarlo a pie.
Su historia se remonta a la antigüedad romana, habitado en sus inicios por artesanos y pescadores, albergó por muchos siglos a los más humildes pobladores de la ciudad.
Al andar por sus calles se puede sentir el ambiente de otros tiempos, con sus rincones que nos descubren la auténtica Roma, donde resaltan sus estrechas callejuelas adoquinadas, plazas empedradas, coloridos edificios y pintorescos locales gastronómicos, que brindan una rica muestra de la mejor comida italiana.
Sus peculiares casas medievales que predominan por su arquitectura, le confieren una autenticidad que lo hace muy especial.
También, sus numerosas iglesias se encuentran entre las más antiguas del mundo, y entre ellas se destacan la de Santa Cecilia, del siglo V, y la Basílica de Santa María de Trastévere, esta última la más importante del barrio, fundada en el siglo III por el papa Calixto I.
Su ambiente bohemio inspira a la creatividad y son muchos los artistas que a lo largo de la historia contribuyeron a hacer de este barrio un lugar de gran significado cultural.
Quienes pasean por Trastévere, sin rumbo fijo, quedan hechizados por su belleza intemporal, pues es un lugar donde el pasado y el presente se fusionan para regalarnos una experiencia mágica de la que es imposible no enamorarse.